Tal día como hoy en el año 1909, se hace oficial según Decreto Ejecutivo del 15 de agosto de 1909, el Himno del Estado Zulia «Sobre Palmas» El Gobernador del Zulia (titulado Presidente, a la usanza de la época), José Ignacio Lares Baralt, promueve el 29 de abril de ese año, un concurso público para elegir letra y música de un himno para el Estado.
El promotor
La creación del Himno del Zulia se debe al editor y periodista marabino Eduardo López Rivas. Fue él quien propuso la idea de que el Estado Zulia tuviera su propio himno. Lo planteó una y otra vez a los gobernantes pero, debido a sus artículos de denuncia ante los abusos del gobierno con la población, en las páginas de su diario El Fonógrafo, la idea fue siempre rechazada. El editor sin embargo nunca se rindió y una nueva oportunidad se presentó en 1908, cuando José Ignacio Lares Baralt fue designado presidente del Zulia. Lares Baralt era un escritor conocido para Eduardo López Rivas. El gobernador había publicado algunos de sus libros en la casa editorial propiedad del editor, la Imprenta Americana. Era además hermano de uno de los colaboradores de López Rivas en la imprenta, el fotógrafo Arturo Lares Baralt. López Rivas planteó su idea al gobernador y la afinidad de los dos humanistas funcionó. Finalmente, la propuesta de López Rivas de crear un himno para el Zulia, tantas veces negada, fue acogida por el nuevo gobernante. A partir de allí Eduardo López Rivas se encargó de la organización del concurso, de las bases, de la elaboración de la composición musical y de la publicación de la partitura del “Himno del Zulia”.
El concurso
El proceso comenzó con el apoyo logístico de Eduardo López Rivas, para la redacción de las bases y la organización. El gobernador José Ignacio Lares Baralt promovió entonces, el 29 de abril de 1909, los concursos para la letra y la música del himno del Zulia. El jurado para seleccionar la letra estaba integrado por Eduardo López Rivas, José Antonio Cháves y Clodomiro Rodríguez. El jurado para seleccionar la música estaba formado por Leopoldo Sánchez, Marcos A. Ramírez y Joaquín Baralt.
EL 5 de julio de ese mismo año se dieron los veredictos. El ganador del premio para la letra fue el poeta e intelectual marabino Udón Pérez. El premio para la música fue declarado desierto en esa oportunidad y posteriormente, en una nueva convocatoria, resultó ganador el jurista y músico José Antonio Chávez.
Primera grabación
El día 11 de febrero de 1926, en los estudios de grabación de la empresa Victor Talking Machine Company en Nueva York, se realizó lo que se considera la primera grabación del Himno del Estado Zulia. La interpretación estuvo a cargo de la Orquesta Internacional (conocida dentro de la empresa como International Novelty Orchestra). Dirigió la orquesta el músico estadounidense Leroy Shield.
LETRA DEL HIMNO DEL ESTADO ZULIA
CORO
Sobre palmas y lauros de oro
yergue el Zulia su limpio blasón;
y flamea en su plaustro sonoro
del progreso el radiante pendón .
I
La luz con el relámpago
tenaz del Catatumbo,
del nauta fija el rumbo,
cual límpido farol;
el alba de los trópicos.
la hoguera que deslumbra
cuando al cenit se encumbra
la cuadriga del sol…
no emulan de tus glorias
el fúlgido arrebol (bis).
II
En la defensa olímpica
de los nativos fueros
tus hijos sus aceros
llevaron al confín;
ciñendo lauros múltiples
los viste, con arrobo
del Lago a Carabobo,
del Ávila a Junín;
y en Tarqui y Ayacucho
vibraron su clarín.
III
Erguido como Júpiter,
la diestra de alto, armada.
Fulgente la mirada
de rabia y de rencor;
las veces que los sátrapas
quisieron tu mancilla;
mirarte de rodilla
sin prez y sin honor…
cayó sobre sus frentes
tu rayo vengador.
IV
Y luego que la cólera
de tu justicia calmas,
va en pos de nuevas palmas
tu espíritu vivaz;
en aulas y areópagos,
cabildos y liceos,
te brinda sus trofeos
el numen de la Paz;
y ves en blanca aureola
resplandecer tu faz.
V
En tu carroza ligera
que tiran diez corceles,
de acantos y laureles
guirnaldas mil se ven.
Allí del Arte el símbolo
del sabio la corona
del Temis y Pompona
la espada y el lirén,
la enseña del trabajo
y el lábaro del bien.
VI
Jamás, jamás los déspotas
o la invasión taimada,
la oliva por la espada
te obliguen a trocar;
y sigas a la cúspide,
triunfante como eres
rumores de talleres
oyendo sin cesar:
en vez de los clarines
y el parche militar.
Este es otro fragmento de la historia venezolana.
Informo para ustedes, Yeniree «Yee» Briceño. Sigueme en Instagram @yeebriceno y entérate de más efemérides del día